Poemas de mi Segundo Libro "Mitologia del Instante"
Mitología Del Instante Por: Karina Rieke
A través de mis ojos
Aventuro tras el curso Infinito del silencio Mi árbol anula su verdor Para medir el fondo de mi tendida Transparencia
Me miro a mi misma A través de mis ojos Y descubro mi propia soledad
Enroscada abrazo mi cintura Posicionó mis labios Quietos Suaves Entreabiertos Donde solo queda el deseo
Esperando proporcionada Sujeto tu imagen entre Mis piernas Perdiéndome entre esta Soledad deshabitada donde solo Gana la espera
Ambiciones blandas Se reintegran horizontales En mis pechos
Y perfectamente entren Donde acontecen Mis ganas
Se posicionan Delineando suaves Mis tejidos Que se ahogan En su propio sumo
Afirmar un instante
Vivo entre el silencio Y el alarido de paredes Que niegan nuestra historia
Donde los ladrillos fríos E inmóviles no tienen traducciones Ni siquiera me hablan En su propio idioma Ignorando su complicidad Con miradas Que nos ligan
Vivo entre muros Que olvidan mi nombre y Besan mi piel Devorando mis tejidos En la sutil espera de mí Redención
Como intimidad Que se invierte
Sin ni siquiera Arriesgarse a conocer Mis caminos secretos Ni conocer a oscuras Mi desnudez suprema Vivo entre techos desprendidos Como una herida que se exhibe Como la mentira engalanada Voluntad aparente de no-ser
Vivo entre adornos caprichosos Y columnas de concreto Que me devoran Con la frialdad de aquel que Va de cacería
Vivo con el reto De la felicidad Con lo impasible Que me aísla
Que me oculta Negándome la posibilidad De poder Afirmar un instante
Almas sostenidas
Almas sostenidas Penetran sutilmente Nuestros mundos de cosas Condenando nuestros apetitos Como dueños de la Única misión
Seres inequívocos Que mueren con el Miedo a ser Lenguaje vivo de nuestras Mismas ambiguas resonancias
Almas con Esplendor convulso de Odios externos Seres consumidos en La suma de nuestra infinita Fuerza de existencia
Nos detienen apretando sus Luchas Simultáneas y contradictorias Justificando el reto de una frase Intentando paralizar Nuestro innato gusto a la vida
Profesan entre ellos mismos el Alientos frió de un mismo principio Invocando ante las únicas constantes de su ser
Cuerpos estériles de Unidad incoercible Sometidos solo al El exterminio de nuestras Posibilidades
Ese mismo ser que nos compone Y ajustamos a nuestros pasos El mismo que nos aproxima A la verdad que no se justifica A la verdad de una mirada desnuda
Que nos pregunta nada Y nada nos responde
Almas ante el Arrojo exquisito e inútil de una frase Disimulando sus entornos Como indeterminados sonidos que Se disfrutan Como el arte de ociosas Virtudes ocultas
Pasan en silencio sus verdades Como sombras impenetrables Como voces Sostenidas
Almas que reducen todo su ser Avecinándose inquietos Perversos A la caricia forzada de una palabra
De frente a mi estatura
Mujer repite tu silencio Y estira con palabras tu dolor Tú de sonrisa angular Cruces de razones te atormentan mientras El enorme cielo impone tu misterio
Acariciándote desconocida Descubro Tus otras estaciones
Mujer repite tu silencio Y celebra desatando tus temores
Tú de vanidad estirada cargando Cementerio de razones Vaticinas en voz tus agonías Sentenciando la ternura que intimida
Mujer repite tu silencio Para conciliarme antiguamente En tus palabras Irremisiblemente luminosas De agonías
Dame tu espalda Para negarte y negarme
Códigos que me incorporan Vigilan tus verdades
Galería de dioses ajenos Niegan el oficio de tu voz Hoy mías Y solo rechazando tu alma Alimento mi sentencia
Mujer que sujetando tu nombre Soy tu gozo Déjame acariciar tus bestias Que esparces al sonido Como muelle de avenencias
Tú de carnes vírgenes Falso festín de palabras pálidas que Avejentas mis miradas
Mujer repite tu silencio Y déjame remplazar Tus inciviles Espaciosas manos Contenidas Desesperadas De frente a mi estatura
Ven y dame tu silencio Que en otro sitio será Que te descubro
De frente a mi estatura
Mujer repite tu silencio Y estira con palabras tu dolor Tú de sonrisa angular Cruces de razones te atormentan mientras El enorme cielo impone tu misterio
Acariciándote desconocida Descubro Tus otras estaciones
Mujer repite tu silencio Y celebra desatando tus temores
Tú de vanidad estirada cargando Cementerio de razones Vaticinas en voz tus agonías Sentenciando la ternura que intimida
Mujer repite tu silencio Para conciliarme antiguamente En tus palabras Irremisiblemente luminosas De agonías
Dame tu espalda Para negarte y negarme
Códigos que me incorporan Vigilan tus verdades
Galería de dioses ajenos Niegan el oficio de tu voz Hoy mías Y solo rechazando tu alma Alimento mi sentencia
Mujer que sujetando tu nombre Soy tu gozo Déjame acariciar tus bestias Que esparces al sonido Como muelle de avenencias
Tú de carnes vírgenes Falso festín de palabras pálidas que Avejentas mis miradas
Mujer repite tu silencio Y déjame remplazar Tus inciviles Espaciosas manos Contenidas Desesperadas De frente a mi estatura
Ven y dame tu silencio Que en otro sitio será Que te descubro
El cielo cuenta poco
El cielo cuenta poco Sobre los secretos De mi ser
Deleita callado la desnudez Propia de mis huesos Ocultando y negando mis Emancipados afanes
Oscura moral que sonríe Y perdona los movimientos Sutiles he inquietantes de mis dedos
Este cielo de nubes Estables y antiguas No sabe que acobarda Con su mascara Hecha de piedad y dulzura El sudor que nace De la vergüenza De mis piernas
Este cielo maldito Que quiere ser mujer Que quiere ser yo mujer
No sabe que arrebata El viento personal Que me refresca el alma Cielo extendido De arisca soledad
De movimientos dramáticos Goza y sufre resignado Contemplando obstinado La súbita verdad De mis ocasos
Entre mis Ruinas
Tu rostro se borra En el pasillo oscuro de Esta historia
En la esquina derecha de mí Ombligo Aquí Entre mis ruinas Guardo tu nombre
Soy hambre del reflejo Espejo en polvo tras El asomo de mis manos Arruinadas
Cordilleras enterradas Indiferentes aparecen y Se esparcen en cenizas
Soy la inexistente Trayectoria de mi riza Ecos Muros de lamentos Bóveda de mi sombra
Corredora de mis tierras Que se hunden Entre el muro seco De tu cuerpo
Soy amargura suave Que ciño tu muerte Rostro extraviado en la noche En la caverna penumbra Lejanía
Momia cubierta de palabras Cataclismo polvo del recuerdo Viviendo solo En estas líneas
Epitafio a la locura
Estoy aquí sin rostro En la esquina donde Se disipan mis angustias Con ese grito esforzado Angustioso En contra y De frente a los demás
Estoy aquí sin tiempo Arañando el significado de esta voz Sola con la fachada de un poema Que se acedía a si mismo cuando Intento aproximarme a su imagen
Estoy aquí desgastada Ante la frialdad de una mirada Consumiéndome las inexpresables ganas Que se pierden ante la angustia Implícita en el verbo
Estoy y desaparezco Hacia los limites que se Rigen oscuramente Con una precisión casi feroz Ante la idea del fracaso
Pasivo e inerte Como la voz teñida que Interrumpe la marcha del tiempo y de Todas mis muertes
Habito en el aquí apropiándome Al pasado y futuro con un Entusiasmo delirante Al fin de reconciliarme con el Carácter prohibido del espacio
Sigo aquí alojada con la Indispensable cortesía de una señal Que se rescata simultáneamente con mis cosas Para probarse siempre inalcanzable Para aglomerar todas mis soledades
Voces en Fuga
Estamos solos Como Dioses insaciables Que se enclaustran En si mismos En este mundo abstracto Que nos aísla como reserva De héroes malditos
Soledad que Aumenta tiernamente Con el fervor De su melancolía Reposando en nuestras almas Para desnudar su intimidad
Guardiana caprichosa Que olvida su nombre Y las palabras que todavía No se han inventado
Mutila su existencia Con voces en fuga Devorando el deseo De volver a ser sol
Estamos solos Como erupciones inesperadas De seres que callan
Gritando sus Exacerbadas ondas
Solos como quien ha Dormido cien años
Sin fuerzas Oscilamos Entre poderes que Se suspenden en el espacio Arrancados de un todo
Estamos solos Realmente solos Y aun después De haberlo olvidado
Extraño Murmullo
Somos retorno Cifrado de memorias Un intento cotidiano De pasos que conducen Solos perdidos a la ruta
Salimos de espalda Con miradas breves Ausentes como quien Nos habla distraídos
Somos ese intento de Andar fijos Eligiendo palabras De cordura
Con voz retorcida y Sin remedio gozosos Con nuestros rostros Descubiertos Decimos soledades
Somos ese sonido oculto Sobrio Que no improvisa sus promesas
Atrapados en la fijeza de Verdades repetidas Indudables Ajenas Frágiles Como espejos Buscando sus figuras Al caer
Somos fijeza en dos razones Dos rostros Indiferencia del aire
Viviendo empeñados Por devolver el eco Que se expande Solo para desdibujar Nuestras voces
Y solo a veces Nos quedamos quietos Extrañando Volver hacia esos muros Pulidos Que se expanden como ideas De un extraño murmullo
Durante un instante
Durante un instante, todo se detiene Todo se armoniza bajo un orden En el momento que ha dejado de ser Fervor y profundidad de una palabra De una mirada De algo vivo que nace Del minuto inmutable e intocable
De las grandes cosas que Se establecen en el centro del cielo Como profecía y signos refinados Anunciado la caída y necesidad de ritos
En otros tiempos Y ante otros dioses
Esos que viven intentando Alcanzar su esplendor
Se anuncian rompiendo las tinieblas Con tal firmeza Como no es posible referirse
Se arriesgan en lo desconocido Sin entender el extremo de un abrazo Apreciando la seducción De su propia muerte
Agonizando solos Internos en los espacios abiertos Atados a la posibilidad de pertenecer A un orden vivo A la realidad atroz de una pesadilla Que habitan cada ser
Luchan a sabiendas de su derrota Con la conciencia que ve desrumbarse
Y aun No se distinguen entre si No se aciertan ni al final de su historia
Y desaparecen con el calofrió de la muerte Ante el golpe final de lo extraño
Como razón de su misma decadencia Como la fatiga desnuda del poder
Esos de vértigos extraños Condensan sus aspiraciones Como decretos del destino Que disputan en cada uno de Nosotros Imagen de los ritmos
Hoy intento desgarrar El velo del silencio Que traigo colgado en los Renglones inmensos y vacíos De tus palabras huecas
Resistiré esta soledad Que se devora a si misma y Se abraza a los ritmos Como la imagen inconsistente De mí propio destino
Derrotare la falsedad De estos dioses que Asciende solo para caer Ligadas en los acentos De mi alma
Restableceré el equilibrio Que nos vuelve culpables
Renaceré en el Simbolismo trágico de la Fuerza Imagen del poder
Agotare el contenido De mi arbitrariedad
Me colocare en ese espacio Lejano Largo Vago Indeterminado de tus manos Seré el latir sin cause de aquel Verdadero poema Que se aísla Como portador impasible De la muerte Como la fuerza de cantos Y voces indiferentes
Rehabilitaré nuestra afiliación Para reducirte al polvo ante El inexorable rigor de una mirada
Con la impasibilidad y firmeza De la palabra
Me perderé Una y otra vez con la Verdad lógica de lo absurdo
Para existirme quieta con la Probabilidad de mis entrañas
Me colocaré en la esfera De las cosas rotas
Diseñaré mis Antiguas fidelidades Las mismas que siempre acaban Por desgastarse
Excitaré la dialéctica De los mitos En las miserias de Mis pechos atentos que Se acarician entre ellos mismos
Provocare el gusto Por el contraste
Para despedazar los actos y elementos Imprevistos de mi soledad
Restableceré toda capacidad de herir Como dueña del látigo
Que acomoda mis palabras Como dueña de un aliento Que al final no sabe a nada
Imagen de tu Espíritu
Voy a insinuar tu imagen En mis mitos y leyendas Fertilizare tu voz En breves cantos irrefutables Que le den vida A mis ternuras internas
Embriagare tu vitalidad Petrificada En el inexorable proceso De tu ciega idolatría
Anhelaras Como voluntad natural El volver a ser viejo
Jugare frente al espejo con La imagen de tu espíritu Como el mago Inexperto Como el poeta Que se acedia a si mismo
Rehusare tu respuesta personal Que me ha dejado Intacta en nuestra historia Heredando tus prolongadas Complacencias
Negociare tus hábitos Antepasados Puritanos y Estableceré tu espontaneidad En el orden infinito del silencio
Late la posibilidad
Late la posibilidad Entre nuestras carnes compactas Que se inquieren en todos los cielos En la árida victoria de los principios En el antiguo desorden de voces sin latidos
Considero inútil detenerme Y rozar con los ojos Una mirada Un instante Y vencerme ante nuestras almas cargadas Sospechas de palabras
Alimento la pureza aséptica Que nos rodea Y que no anhelas corregir En este entendimiento de Cohabitar en reservas Indescifrables
Prefiero el pulsar de semejantes Confabulaciones Que aun en el rostro se pierden Entre sutiles y aun terribles Formas de amar
Mintiendo por fantasía Disfrazando la añejada Defensa de los tiempos
En este orden que justifico En esta boca vacía Acorazada solo de seguridad
Latidos del tiempo
Mordiendo mi mejor reflejo Alimento la espera Acaricio las horas pálidas Deshonrando mis miradas que lloran como Monumentos de ansiedades Inconscientes
Carcomiendo este olor a mito lejano Desaparezco desafiando mis Espacios
Por un beso Desnudos mis huesos En poesía
Y sola busco tu nombre entre Poemas de cristales que Se derriten en mi lengua
Y me sujeto a mi sombra Que no perdona sin poder Llagar asta mi alma
Construyendo silencios En mi cuerpo Me paraliza el miedo Y más aun después de muerta
A solas siento tiernas gotas de agonía que Sucumben en mis senos
Fanática violento Mis adentros Deshabitada Muerdo mi dolor
Probablemente buscando Su propio espacio Se avergüenzan Mis miradas
Y solo arruinas Carcomidas Desgastadas Desafió los lentos Latidos del tiempo
Mi Mujer
Esta Mujer de gravedad Y silencios Acostumbrada a habitar Solo entre palabras Reflejo de la voluntad Y los limites Escarceo erótico Sino la descubren
Mi mujer de símbolos y funciones No ve que somos nuestro cuerpo En este tiempo de espera y desdén
Ser que encarna los elementos Oscuros y secretos Donde radican nuestras Imposibilidades
Tú eres mi yo eterno Pasividad tendida y erguida Cuerpo caprichoso he invulnerable
Fatalidad del deseo Donde no vale La intimidad
Mujer mía Repleta de virtudes Desmesuradas
Tú que aprietas los cambios De mi alma Y luego los mezclas sutilmente Para colgarlos en tu espalda
Agitas la verdad De mi espíritu
Déjame sujetarte e impedir La ineficacia de tu continuidad Lujuriosa y pecadora
Mujer que desnudas y vistes mis inciertos Para esculpir tus demonios Cuerpo que duerme Cuando otros creen amarte
Mueres sola con tus Deseos propios mientras falsamente Me sonríes y perdonas para Desistir sola en la profundidad De mis ternuras
No te preocupes hoy Por el mañana Que otros serán Mis temores
Muralla de Palabras
Eres rostro que aflora Lentamente tras Miradas en trance Que interroga sus Creaciones y La seguridad de ser Infinita riqueza
Aquel que se pretende Inmutable De eso que somos
Ese desmedido por la Historia
No sabes que a penas Naces Que eres pura sensación Conciencia Interrogante
No sabes que soy La que te contempla La que al expresarlo Te recrea
Eres ese deformado Por el agua que te baña Superfluas entre los objetos De tus reniegos Y discurres en los inciertos de tu Propio aliento
Voces absortas Te delatan Emergen confusas Tras la escasez de tus Creaciones y Esa impotencia De saberte más
Eres ese que se ha quedado Inclinado en su poesía Ante la transparente Muralla de palabras que Intentan trascender Tu soledad
Presente eterno
Volver a ser Movimiento inexorable Espuela y freno del deseo En el tiempo breve Como un soplo Nefasto Estéril Que me somete a Indivisibles deformaciones
Siempre cuando quiero Ser destierro perfecto Totalidad que vive para si
Cuando intento ser Conquista y eternidad Del instante poético
Volver a ser Plegaria transplantada Antes de la historia que Resucita periódicamente como Miembro de una imagen Que se hace a si misma En la conciencia del pecado
Cuerpo que insiste En un aspirar Agotando todas las formas Para vivir y rumiar su propiedad
Volver a ser Mito descifrado De un ser que sueña Una y otra vez Siempre con los ojos cerrados
Primitiva integridad que me introduce A un tiempo vivo donde me miro desnuda Mis elementos místicos
Inmóvil advierto mi reflejo En el espejo de la razón
Y sin palabras Ni miradas Me convierto en nostalgia
De un cuerpo De un espacio Y un presente eterno Advirtiendo el súbito Descubrimiento De querer volver Quiéreme Grande
Quiéreme grande Que he inventado mis propias Palabras para referirme al ser Y hablar Con migo misma
Yo que he dejado de ser Mito en redención Que he trastornado Toda posibilidad fatal De nuestro ser
Para aguantar la caída En lo desconocido En el instante donde el mundo Encarcela mi voz En el círculo infinito De mis particularidades
Quiéreme grande Que soy visible ante nuevas Y extrañas peripecias Yo que he roto con migo misma La mitad tu espacio Pues apenas el tiempo Inmediato del fluir Ha caído Rehundiendo Un nuevo Deshabitado elemento Que me cubre De tus intereses Pasiones Y tus angustias
Quiéreme grande Que deje de ser tu complemento Para vivir De una misma realidad
Yo que soy orgullo De una oscura noción de culpa Yo que soy deforme a la muerte Y vivo con Solo la conciencia del morir
Existiendo solo por un instante De vida plena
Quiéreme grande Que no soy carne Que se ignora a si misma Que no soy materia indiferente Ni rostro impasible Ni busco tentativas formas Petrificadas Que oprimen
Soy punto de partida Trascendencia que implica Ruptura cuando se siente presa De una imagen que no tiene Ritmo Ni prisa de expansión
Quiéreme grande Que soy esa mujer Que retrocedió Una Y otra vez Logrando Quebrantar la ley del mundo Para tenerte
Que soy esa mujer Que con una evidencia casi natural Toco trasfondo
Buscando el estallido De nuestra intimidad
No me defiendas Para más tarde oprimirme Que soy mi propia voz Que se niega a ser fruto de Una historia inerte
Quiero ser todas las mujeres
Quiero ser todas las mujeres Y no jugar Dios Sentir todos los murmullos Que revotan en mi espalda Con prisa de afincarse e Interrumpir el goce de mis manos
Quiero ser todas las mujeres Y sus huellas Habitar en sus huecos muy adentro y Reinventar allí la dicha de mis sueños
Reclamar su perfume y afincarlo Aquí en el misterio de mis nervios
Quiero ser todas las mujeres Con sus prisas El borde de sus pasos y las calles Y esa esquina Donde su vida se desliza
Ser también la pena y condena De este su poema La rabia La impotencia El olvido de tu nombre La mirada descalza Que me atrapa
La caricia solitaria Esa que engalanas Y usas para agitar Y desnudar mi alma
Quiero ser todas las mujeres Y vivir sin miedo en el recuerdo y Hacer fiesta con tu ausencia
Bailar con la palabra que se esconde En el quebranto de tu voz
Quiero ser todas las mujeres Reescribir su historia en el pecho que cubre mis tibiezas Ser risa y aliento en su tiempo Ser diosa que dibuje las tinieblas Y esperar quieta… El arribo También de ellas
Suspendida entre fuerzas
En este silencio hay repliegues Con anhelo a muerte Que al parecer excluyen Nuestras llagas Atentas y desiertas
Amenazadas ante la fatal Seducción De una mirada Que da sentido a la común Incapacidad de excederse
En otra clase de soledad De figuras y alusiones
Suspendida entre fuerzas Que descienden Inmovilizo la vida Reacción instintiva de Perderme o encontrarme Con la inexistencia De este cuerpo
Tal vez alguna vez
Tal vez alguna vez Seré ese sonido de preguntas Cuya respuesta no existe
La imagen ambigua del silencio Que juega desnuda Ante el arribo de cada uno De sus detalles
Tal vez seré La realidad indisoluble Del miedo y el recelo Que solo se pronuncian en voz baja
Para inutilizarse en el Orden sutil y atroz De cualquier instrumento
Seré vacías porciones del tiempo Que se afirman en pequeños vestigios De alguna realidad pasada
Tal vez alguna vez seré Pliegues de la tierra Que se desgarra cuando Intenta abrirse como Insensibles victimas De un poder extraño
Como la mirada Que se atreve a ser
Tal vez alguna vez seré Carne viva del presente Jugando desnuda Inclinada En movimientos Ligeramente arcaicos Amenazando partir y nunca ir a Ningún lado
Un instante en la inconciencia
Desnuda contemplo los desgastes De estos resortes íntimos Vivos aun y Latiendo todavía
Se mueven despacio en Antiguos ritmos Abstractos y vacíos
Desfallecen buscando La libre elección de Su espíritu Y viven esa pasión excéntrica De momentos de inmovilidad
Se gastan consumiéndose Ante la complejidad y perfección Ante el contrasta Trágico de la Hermosura de mis senos
Se burlan Ante los delirios profanos Ante la realidad disforme De mis contraídos huesos y pellejos
Se extienden Se inventan y Defienden Para recrearse incluso De su propia existencia A veces superpuesta Petrificada En contradicciones propias De un todo indisoluble
Me reclaman con cierta Coherente inflexibilidad La soledad de mis dedos
La indiferencia Ante los saltos bruscos De mis nervios
Se entretienen Como la bestia Extrañamente fascinante Que vive aquí Por un instante en la inconciencia Por la pausa en la mirada Esa que refleja mi equilibrio Que se pierde Ante la inmensa tristeza De no ser
Vale la Pena Seguir
Así sea fugas y Triste este la palabra Vale la pena seguir Entre medidas abstractas y vacías Entre Delirios profanos Que habitan cada ser
Vale la pena seguir Con la complejidad y perfección que contrasta Con la desnudes de Dar a la palabra una tristeza A veces superpuestas
Vale la pena seguir Ante obras hermosas y durables Que se defienden Por un instante de Contradicciones propias Entre siervos De un todo indisoluble
Vale la pena seguir Por la desconfianza que abrazamos Ante el más estricto De los significados de la palabra Significado que Entretenemos como amantes de Una historia triste a muchos seres Ya que no son Sino reflejos del equilibrio Que nos aguanta
Vale la pena seguir Por la mirada Cuando afecta la pálida Superficie de la razón Tan rigurosa Como amplia Tan fuerte Como eterna
Vestida de olvido
Doblemente en los espejos Veo mis sueños Contemplo fijamente Las cuerdas de hielo Que nos atan
Presiento este pasillo azuloso Sombrío De raíces en sequía Por que mi agua adormece
Vestida de olvido Gasto las palabras Vivo en cristales cuartizados Silenciados
Deshabitada vuelo con Pelícanos que adivinan Esta angustia de estar viva
Restableciéndome las fuerzas Sostengo Aprieto sus alas Y nos hundimos En la niebla
Voces Desgarradas
Algo semejante Duerme Capas de desnudarme Delira Y sin despertar Traga mis sudores
Fuera de su compás Flota entre un aire Furtivo de memorias Que no gozan
Duerme Temiendo mis miradas Sueña Haciendo de mi cuerpo un Nudo de harapienta hermosura
Incapaz de asimilarme Se funde con el otro En un afán exasperado por Afirmarse entre Sensibilidades enemigas
Despierta y se descubre Y me revela mis retraídas Virtudes eróticas Que ajusta A la tribuna de mi fondo
Goza de mis gritos Confundiéndolos Y solo son mis Voces desgarradas
Mitología del Instante
Un lugar cerca de mi ombligo nos aguarda Rodea mis sueños como sombras de imágenes exactas Espero tu cuerpo sin detener mis pasos Para enredar desnudos nuestros pechos Y juguetear a compas del ritmo De todos vientos
Con la caricia en pedazos Por las ganas Recobro mi cuerpo Que descansa quieto Blando A veces entreabierto Provocando retozos consumidos Por lo que antes fuimos
Abrazo la lluvia que amenaza con mojar La conciencia de mis besos
Despejo la zanja por donde se deslizan nuestras manos Y nos aguardan como historia que interroga El horizonte de mi lengua
Me recreo de este mundo Con amores vencidos Entre fuerzas insaciables Retomo mi alma Majadas de ganas retando Este vértigo de la razón
Mi piel recuerda el viento fresco que Susurras en mi vientre Logrando armonizar Entrelineando La bestia de la noche que vive en mí Como teclado alterno En este presente Perfecto De mi ser
En el 2001 Crea la Fundación Dominicana Culturarte de New York, de la cual es Directora Ejecutiva/CEO. Karina como directora ejecutiva, logro construir el primer Teatro Dominicano de Washington Heights, “Anacaona Dominican Theater” En el 2002, Publica su primer libro de Poemas,”Semejanza de lo Eterno” donde gana un prestigioso concurso en Madrid España, con el poema “Ser de Migajas”. “Mitología Del Instante” es su segundo libro de poemas. Karina Rieke ha sido antologada en los siguientes libros: “Metapoesía de Mi”, 2003, “Voces de Ultramar” 2005 y en el “Directorio de Escritores Dominicanos en los Estados Unidos”, 2005. Karina Rieke es periodista, graduada con honores en el 2006, del Instituto Dominicano de Periodismo en New York (IDP), cursando concentraciones en televisión y prensa escrita.